domingo, 27 de mayo de 2018

MIR y salud mental.

Es algo común en todas las academias predicar con el "tranquilos, vais a hacerlo bien" o "si cumplís nuestras pautas no tendréis problemas". Hombre, como empresas que son, son los eslóganes que te deben de vender para quedarse tranquilos pero, como ya he dicho en alguna que otra entrada... ¿y si no me va bien pese a que hago lo que me dicen? ¿y si no consigo tranquilizarme pese a que no está yendo todo excesivamente mal? Muchas veces me rondaron este tipo de preguntas por la cabeza durante la preparación y, por desgracia o suerte, ya había tenido experiencia con mi mente como mi mayor rival y supe defenderme durante la preparación del MIR. Puede ser que estés buscando autoayuda al encontrar esta entrada. Puede que te sientas mal y quieras un poco de motivación. Puede, incluso, que no comprendas por qué estás triste o tienes miedo. Pero te voy a decir una cosa a ti, opositor@. No eres el único que lo está pasando mal, pese a que veas a todo el mundo con sus máscaras de felicidad. Y otra cosa más: no vas a estar así para siempre, recuerda que tu salud es más importante que el resultado en esta lunática prueba a la que se nos obliga a participar.

Hablaré desde mi experiencia personal: estamos condicionados a no cometer errores. A aprobar. A sacarlo todo. A obtener recompensa del éxito y no del esfuerzo realizado. A pasar horas y horas memorizando material absurdo no explicado durante clases para que luego hacer un examen que no se corresponde con lo memorizado. Estamos sometidos a un método educativo que tiende al estrés y donde se valora más un número que un esfuerzo. Partiendo de esta base que he comentado, el desbordamiento emocional surge de la aparición de una serie de eventos que "son incorrectos" para nosotros, que nos han metido en la cabeza que son incorrectos, vaya. Son tales, el suspenso, el no conseguir las cosas a la primera y otros muchos más que seguro que muchos estáis identificando ahora mismo. Cuando preveemos que pueden ocurrir esos eventos y no queremos que ocurran aparecen situaciones de ansiedad que, a nivel fisiológico, vienen perfectos para la lucha. No obstante, en función del tipo de persona, podemos tener una predisposición el desbordamiento y que nuestra mente intente levar adelante información más rápidamente de la que podemos procesar. Es cuando aparecen las situaciones de ansiedad patológica. Con este párrafo lo que he querido transmitir es que estamos condicionados a sufrir este espectro de trastornos mentales: ansiedad, fobias, depresión... y que por lo tanto, debes partir de la base que no eres inferior ni peor persona por sufrir este tipo de condición: la sociedad y el sistema te ha inculcado a ser así desgraciadamente.

Como he dicho al principio, ya me había enfrentado a crisis de pánico durante la facultad y sabía como lidiar con ellas. Pero me pregunté ¿Y si algún opositor está descubriendo ahora lo que es esto? Debería de ser un infierno. Por eso, le estoy dando tanta importancia a esta entrada. Porque es una experiencia horrible, y que, sobre todo, está muy mal vista socialmente. Os pongo un ejemplo ¿En cuántas situaciones os habéis sentido horriblemente mal, habéis pedido ayuda, y la respuesta ha sido "pues relájate, no es para tanto, vas bien"? (O similares). ¡Ese tipo de respuestas no se hacen a mal! ¡Es cierto que las respuesta que se dan no tienen malas intenciones algunas! ¡Provienen de personas que no han experimentado ese tipo de situaciones en las que tu mente te controla y te distorsiona la realidad! Esas distorsiones de la realidad incluyen: miedo irracional, apatía, pérdida de apetito, taquicardias inexplicadas, sensación de que nada de lo que haces te llena, desgana por todo, insomnio (sobre todo de conciliación)... y muchas otras cosas que muchos estaréis clasificando en el espectro ansioso-depresivo. No quiero diagnosticar a nadie de trastornos mentales ni mucho menos, pero quiero concienciaros de que, si os sentís mal y sentís alguna de las cosas que he comentado: NO MERECÉIS PASARLO ASÍ, no es "estoy así porque he de pasar por esto", no. El MIR (y la vida en general) es duro, pero no es para sufrir, si estáis sufriendo es que lo estáis haciendo mal. Pero no os preocupéis, que hay solución, tiene salida.

Tras acabar el MIR, fui a mi médico de familia solo con intenciones de preguntarle sobre el tema. No fue una consulta per sé, sino que pedí información para poder transmitirla. Se sorprendió bastante que quisiera ayudar con este tipo de problemas aunque me pidió que no diera su nombre en público así que haré eso. Dejo por aquí la pequeña entrevista que hice:

P: ¿Suelen venir muchos estudiantes por crisis de ansiedad?

"Es curioso cuando miras algunas historias clínicas, ves como algunos jóvenes solo acuden a consulta en enero y mayo. Te sonará de algo esas fechas: época de exámenes. Además la mayoría son para intentar controlar sus taquicardias, sensación de asfixia y falta de energías. Es decir, date cuenta como muchos acuden pero no son conscientes de que están sufriendo de ansiedad. Por supuesto, no te estoy contando los casos que van a urgencias hospitalarias de madrugada, pues hay muchísima gente que estudia por la noche..."

P: ¿Consideras diferentes tipos de trastornos o solo se ven crisis de pánico?

"Puedo clasificar de primeras dos tipos: las crisis en sí y las complicaciones de la misma. Quiero decirte: algunos estudiantes vienen con una crisis, es la primera vez que les ocurre ese desborde mental. Otros sin embargo ya han experimentado crisis de pánico antes y tienen ese "miedo a si pasará de nuevo". Estos últimos los clasifico con mi ojo clínico de "fobia específica", un miedo irracional a esas épocas de exámenes. Me describen sensaciones de: no tener hambre, miedo irracional continuo, incapacidad para disfrutar del tiempo libre, melancolía continua ("quiero volver a ser feliz y disfrutar, ayúdeme") y otros síntomas no tan "pico" como los de una crisis en sí."

P: ¿Posibles soluciones para los más perdidos?

"Hombre, lo primero sería la prevención. Salud mental en este caso. Lo cual... visto nuestro sistema educativo y la "titulitis" y competitividad a la que estáis sometidos los estudiantes, se ve difícil. No se explica lo que es la ansiedad y demás trastornos mentales. Lo descubren muchos cuando están pasando por ellos y es algo que se debería de tener en cuenta en mi opinión.

Como tratamiento en sí, el no farmacológico sería lo principal: pedir ayuda. Lo malo es que muchos no saben qué les está pasando y no la piden; de la misma manera, tienen miedo a pedir más ayuda porque, cuando la han pedido, sus contactos la han banalizado con un "pues relájate" o "qué exagerado/a eres." También desconectar, obviamente. Muchas veces, a más se estudia, peor. Nos creamos nosotros mismos un bucle de autodestrucción. El deporte por ejemplo puede ser una buena válvula de escape para el estrés.

Para las crisis pautamos una benzodiacepina de acción rápida, alprazolam. A los que me vienen con esa pequeña "fobia" que te he dicho antes, suelo pautar antidepresivos mientras dure el estímulo estresante. No obstante, algunos no toman la medicación porque... bueno, los psicofármacos no están bien vistos socialmente ¿sabes? "Yo no estoy loco" me dicen algunos. Otros simplemente no quieren tomarlos por el "qué van a decir de mi". Pese a todo siempre dejo claro que los fármacos son solo para alivio sintomático y nunca va a sustituir una terapia conductual y acudir a un especialista en salud mental."

En definitiva, espero poder aportado algo de luz verde al asunto. La salud mental se merece mayor visibilidad para todo el mundo y menos prejuicios. Si estás sufriendo de algún modo y quieres ponerle solución alguna, ten por seguro que es posible el cambio, mejorar, aprender y superarse. Que los condicionantes sociales no te digan cuando "fallas" o cuando "aciertas", hacéis un trabajo increíble día a día. Solo por ser capaces de despertaros cada día os merecéis la mejor de las recompensas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario