lunes, 14 de mayo de 2018

MIR y salud física.

Incluso si no te gusta hacer ejercicio, te va a apetecer salir a andar al menos. Y no un paseo cualquiera sino un paseo de estos laaaargos de los que te hacen sentir bien.

Al igual que muchos de mis compañeros opositores, pude realizar ejercicio durante la preparación. A ver, no es una época para hacer ejercicio intenso, no os metáis a levantar pesas como unos condenados a menos que seáis de los que se desestresan de esa forma. Al menos, no lo recomiendo. Hacer ejercicio aeróbico que haga de profilaxis anti-trombótica es clave y luego, si queréis meter algo más pues bienvenido sea. Podéis matar dos pájaros de un tiro y hacer actividades relajantes tipo yoga. Con el ejercicio os despejáis, salís de casa, mantenéis un mínimo de forma y ADEMÁS (quizás lo más importante para mi), os despeja la mente de una forma increíble. Si nunca has hecho ejercicio, te recomiendo replanteártelo porque quizás antes no lo hacías pero te movías de arriba abajo al menos andado, pero durante el MIR vas a pasar muchas horas sentado.

Antes de empezar el intensivo siempre hacía ejercicio 4 o 5 días a la semana. Durante la preparación quise reducirlo a 3 porque no quería cansarme en exceso y porque quería el ratito de la tarde también para hacer mis propias cosas. Así pues, todos los lunes, miércoles y viernes salía a correr hacia el gimnasio a las 8:30-9 de la tarde y pasaba entre una hora y hora y media. Todo sea dicho, si un día no os apetece, haced como en el estudio: vegetad o haced otra cosa, no tengáis el hacer ejercicio como una obligación porque acaba minando. Comento esto porque es lo que me pasó a mi durante los últimos dos meses... ya en diciembre, se hacía de noche a las 6 de la tarde y no me apetecía salir a correr con el frío. Simplemente me ponía mil capas y salía a dar un paseo escuchando música. Noté el dejar de hacer ejercicio estos dos últimos meses, sobre todo al intentar retomar el ejercicio postMIR. 

Pese a que hice ejercicio, cogí peso durante el MIR: soy de los que se desestresa comiendo, me encanta comer y además, debido al poco tiempo que hay, es más fácil coger "algo rápido ya preparado" que poner a hacértelo todo. Además hay otros factores que detecté tales las quedadas los domingos con los amigos siempre promueve un "vamos a cenar/comer aquí" o los "me voy a dar un premio por lo que he trabajado hoy". Por todo ello, mi alimentación en sí no fue del todo la correcta, pero recomiendo que también la cuidéis dentro de lo que podáis.

En defintiva, con esta pequeña entrada quería daros luz verde a la compatibilidad preparación MIR-realizar ejercicio y relajaros un poco con las leyendas urbanas que dicen que el MIR es incompatible con la vida. Espero que mantengáis vuestra pequeña rutina de ejercicio pues ahora os hará más falta que nunca, vuestros músculos, huesos y articulaciones os lo agradecerán.

¡¡Ánimo con la preparación!!

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